las bocas saladas por la marejada
las costas dañadas por las tempestades
en aquella ciudad tan distante del mar.
Amaron el amor sereno
de nocturnas playas
alzaban las faldas
y se emborrachaban de felicidad.
En aquella ciudad
tan sin brillo lunar,
amaron el amor prohibido
hoy eso es sabido
-todo el mundo cuenta
que una andaba lenta
otra iba preñada de luna
y otra iba desnuda
ávida de mar.
Y fueron quedando marcadas
oyendo las risas
temblando de frio
mirando hacia el rio tan lleno de luna
y que continúaba
fluyendo hacia el mar.
Y fueron corrientes abajo
rodando en el lecho
y tragando agua
flotando con algas
arrastrando hojas
abrazando flores
hasta naufragar.
Y fueron volviéndose peces
volviéndose conchas
volviéndose espuma
volviéndose arena
plateadas de arena
con luna llena
a la orilla al mar.
Hola querida asturiana,
ResponderEliminarBellísimo...aunque sabes porque dejándome un gustito amargo...
Besines y cariñitos muitos.
Meu amigo,prefiero un punto de saudade lusitana porque ella abarca la nostalgia,y también, la alegría de lo vivido, y el deseo de seguir viviendo intensamente.Caniños a esgalla!!!
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