Del amor que termina me queda
el sabor de las naranjas
en la mañana
peladas al unísono.
El tacto transparente de
tus ojos,
la biblioteca de tu
idioma,
la brisa latente del ya
no amante,ni ya siquiera amigo.
Los meandros sinuosos de
aquel río
en el que bajo el refugio
de su puente
tantas veces nos bañamos
en ecos sonoros de espejos silenciosos
y en sus rocas ,la aldaba
tatuada del recuerdo amable
ni en vano preñado ni libremente recorrido...XANA
No hay comentarios:
Publicar un comentario